En la última década se ha tornado preocupante el aumento de los casos de personas de todas las edades que asisten a la consulta de neurología y neuropsicología que manifiestan presentar alteraciones funcionales en los procesos de atención, memoria y aspectos cognitivos en sentido general.
De igual manera según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha presentado un aumento en los casos de adultos y adultos mayores que presentan algún tipo de demencia, y una de cada 4 personas padecen enfermedades mentales o trastornos de la conducta.
La demencia es un síndrome que generalmente se produce debido a una enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficits de múltiples funciones cerebrales superiores, entre ellas la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.
El déficit cognoscitivo se acompaña por lo general, y ocasionalmente es precedido, de un deterioro en el control emocional, del comportamiento social o de la motivación.
No forma parte del normal envejecimiento y su desarrollo es tan grave como para interferir en la vida diaria. No es una enfermedad en sí, sino un grupo de síntomas que suelen acompañar a ciertas enfermedades.
Cabe señalar que, a pesar de tener mayor prevalencia en adultos mayores, cada vez la presencia de estos síntomas está apareciendo en poblaciones más jóvenes, ya sea por la presencia de enfermedades neurológicas como epilepsia, enfermedad de Parkinson, Esclerosis múltiple o como resultado del estilo de vida y rutinas que afectan progresivamente el buen funcionamiento y la salud mental.
En este segundo aspecto es importante conocer qué conductas pueden afectar el buen funcionamiento cerebral y que, si se mantienen de manera sostenida pueden producir a largo plazo alteraciones cognitivas funcionales.
Cómo cuidar de manera preventiva la salud mental:

- Descansar el tiempo necesario y procurar un sueño de calidad. Las horas de descanso constituyen un factor fundamental para mantener la salud de la memoria, durante el descanso se produce la consolidación de memoria a largo plazo, por tanto, la mala calidad y cantidad de sueño es un factor que contribuye a las alteraciones funcionales de la memoria y el aprendizaje.
- Controlar los niveles de estrés: los cambios químicos que se producen en el cerebro cuando la persona mantiene estrés continuo interfieren en el proceso atencional y el aprendizaje en general, por lo tanto reducir y controlar el estrés organizando adecuadamente sus actividades es un factor necesario para mantener la calidad del funcionamiento cognitivo.
- Mantener actividad cognitiva: la lectura, los juegos de memoria, sopas de letra, dominó, la actividad laboral, un cerebro activo es sinónimo de salud, fortalece las conexiones neuronales y ayuda a resistir el impacto de enfermedades degenerativas.
- Realizar actividad física: caminar, practicar deportes, bailar, el movimiento del cuerpo permite mantener la condición física, ayuda a la regeneración de neuronas, produce una sustancia llamada serotonina en el cerebro que influye en combatir la depresión y mejorar los estados de ánimo, mejora las funciones ejecutivas, la atención, disminuye el estrés y la ansiedad.
- Mantenga un alimentación balanceada: reduzca la ingesta de grasas saturadas y sal e integre a su dieta diaria frutas, vegetales y pescado. Las vitaminas y nutrientes producen antioxidantes que benefician la oxigenación de las células y la salud integral.
- Mantener relaciones sociales y personales sanas. La interacción social y relaciones afectivas ayudan al cerebro a producir oxitoxina que es un neurotransmisor que ayuda al bienestar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la prevención y promoción de la salud mental son fundamentales para reducir este tipo de enfermedades y ayudar a las personas a desarrollar su potencial.
Las acciones preventivas conllevan realizar cambios en el estilo de vida que van a producir a largo plazo mayor calidad de vida.
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