Acudir a una consulta ginecológica sin presentar ningún síntoma o sentir alguna molestia es el primer paso para mantener la salud de la zona v en óptimas condiciones.

Miguel Montalvo, ginecólogo de CEDIMAT, explica que la mujer moderna ha aceptado como algo conveniente para la conservación de su salud, la visita periódica al ginecólogo.

Este cambio en la mentalidad de las mujeres ha traído como beneficio, que muchas enfermedades que antes se detectaban cuando ya estaban en etapas muy avanzadas o  incurables, en las actualidad se puedan prevenir o diagnosticar  tempranamente, logrando de esta manera, que la calidad y las expectativas  de vida de la mujer de hoy, sea considerablemente superior a la de las mujeres de hace dos o tres décadas.

Estas consultas, contemplan, entre otras cosas:

Examen físico: incluye toma de la presión arterial,  examen de las mamas,  palpación del abdomen y de la pelvis, tacto vaginal y realización de una especuloscopía, para visualizar el cuello del útero, la vagina y tomar una muestra para el Papanicolaou.

Papanicolaou o citología cervical: tiene como propósito detectar tempranamente infecciones o cambios celulares, que nos hagan sospechar de cáncer del cuello uterino o que puedan en el futuro derivar en este.

Mamografía y sonomamografía: el ginecólogo la indicará como parte del perfil mamario de rutina una vez al año, a partir de los 40 años, o en caso de algún hallazgo sospechoso.

La sonografía,  tomografía y resonancia magnética no son estudios de rutina y el ginecólogo solo los indicará cuando deba confirmar un diagnóstico.