Durante la época del verano, las temperaturas suben considerablemente, situación que puede afectar la piel si se expone sin ningún tipo de precaución.

La deshidratación, la insolación y manchas en la piel son algunas de las afecciones más comunes que suelen ocurrir durante esta época.

Yovanna Rosich, dermatóloga de CEDIMAT, explica que al llegar el verano casi todos pensamos en actividades al aire libre, por lo que es de suma importancia tomar medidas de protección para cuidar el órgano más grande del cuerpo: la piel.

La especialista destaca que debido al calor, es común que aumente el riesgo de sufrir daños en la piel, debido a que la sudoración aumenta y que el calor deshidrata la epidermis más rápido.